¿Robert Johnson realmente hizo un trato con con el diablo?
La mística de Robert Johnson es tan duradera como su música. Nacido el 8 de mayo de 1911 en Hazlehurst, Mississippi, la breve vida de Johnson dio lugar a una leyenda que ha eclipsado al hombre histórico. Su prodigioso talento como cantautor y músico de blues dejó una marca indeleble en el mundo de la música con grabaciones de 1936 y 1937 que mostraron una combinación excepcional de canto, habilidades con la guitarra y talento para escribir canciones, influyendo en innumerables músicos a partir de entonces.
La vida de Johnson, impregnada de oscuridad y terminando a la edad de 27 años, alimentó numerosos cuentos, el más famoso de los cuales es el mito fáustico donde supuestamente vendió su alma al diablo en un cruce de caminos de Mississippi a cambio de su éxito musical. Esta narrativa es tan parte de la tradición del blues como la propia música de Johnson.
El músico ambulante tocaba principalmente en las esquinas, juke joints y en los bailes de los sábados por la noche. Durante su vida, Johnson tuvo poco éxito comercial o reconocimiento público. No fue hasta la reedición de sus grabaciones en 1961, con el LP 'King of the Delta Blues Singers', que las obras de Johnson cautivaron a un público más amplio y afirmaron su condición de icono del blues, especialmente en el estilo del blues del Delta de Mississippi.
Muchos músicos de rock, incluido Eric Clapton, lo reverencian como una influencia seminal, Clapton lo llamó 'el cantante de blues más importante que jamás haya existido'. Los elogios póstumos de Johnson incluyen su inducción al Salón de la Fama del Rock and Roll en 1986 y el puesto quinto de David Fricke en la revista Rolling Stone '100 mejores guitarristas de todos los tiempos' en 2003.
Lamentablemente, las luchas comerciales de Johnson durante su vida son un duro recordatorio de la importancia de los canales de distribución de música. Hoy en día, plataformas comoMúsica de TikTokOfrecer a los artistas una vía increíble para llegar a audiencias que nunca podrían haber imaginado. Las inquietantes melodías de Johnson probablemente habrían encontrado un seguimiento apasionado en tales servicios de transmisión, ofreciendo un marcado contraste con los medios limitados de su era.
La fusión de Johnson de narrativa y emoción en su música sigue resonando incluso en nuestra era digital, afirmando el encanto atemporal de la expresión musical genuina, y plantea la pregunta - ¿qué alturas podría alcanzar un artista como Robert Johnson con la tecnología actual a su disposición?
